ARTERIOSCLEROSIS Y LAS ECV

EL COLESTEROL Y LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

El colesterol es una sustancia cerosa, de tipo grasosa, que existe naturalmente en todas las partes del cuerpo. El cuerpo necesita determinada cantidad de colesterol para funcionar adecuadamente. Pero el exceso de colesterol en la sangre puede adherirse a las paredes arteriales. Esto se denomina placa. Las placas pueden estrechar las arterias o incluso obstruirlas, lo que irremediablemente lleva a padecer ECV y en la mayoría de los casos, la muerte.




Los niveles de colesterol elevados en la sangre pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los niveles de colesterol tienden a aumentar con la edad. El aumento de colesterol no suele tener signos ni síntomas, pero puede detectarse con un análisis de sangre. Usted tiene probabilidades de tener un nivel de colesterol alto si tiene antecedentes familiares, sobrepeso o consume muchas comidas grasosas.

Cómo afecta el colesterol de nuestra alimentación al sistema circulatorio:


ARTERIOSCLEROSIS

La arteriosclerosis es un término general que designa a varias enfermedades que provocan engrosamiento y pérdida de elasticidad en la pared de las arterias. De ellas, la más importante y frecuente es la aterosclerosis en la que la materia grasa se acumula debajo del revestimiento interno de la pared arterial. Suele afectar a las arterias del cerebro y a las de órganos vitales -como el cerebro, el corazón o los riñones- así como a brazos y piernas. Si las zonas de engrosamiento o ateromas se desarrollan en las arterias carótidas -las que alimentan el cerebro- puede provocar un infarto cerebral y si lo hace en las arterias coronarias -las que alimentan el corazón- un infarto de miocardio.

La aterosclerosis es la causa de la mayor parte de las enfermedades cardiovasculares –y, por tanto, de muerte- al disminuir o impedir el flujo de sangre en las arterias. La aterosclerosis se inicia cuando unos glóbulos blancos llamados monocitos se adhieren a la pared arterial transformándose en células que acumulan materias grasas que poco a poco se amontonan peligrosamente y se llenan de una sustancia blanda que al final se endurece al agregarse a ella colágeno, fosfolípidos, triglicéridos, colesterol, mucopolisacáridos, proteínas, metales pesados y tejidos musculares y conjuntivos, así como sustancias de desecho que terminan formando un “tapón” por obra del calcio.




Así pues, para encontrar una solución a la arterosclerosis hay que ir más allá del colesterol. De hecho, hoy se sabe que los mayores culpables de que la arteria se deteriore son los radicales libres, fragmentos moleculares altamente reactivos que interactúan de forma rápida y agresiva con otras moléculas del cuerpo para crear células anormales. Y lo hacen penetrando en el ADN de la célula y cambiando su sello de identidad para que, desde ese momento, produzca células anormales que proliferan de forma incontrolada.



(FUENTE: FUNDACIÓN ESPAÑOLA DEL CORAZÓN Y DYSCOVERY SALUD MAGAZINE)